Astrología 08 - LAS 12 FASES Y LOS 12 SIGNOS ZODIACALES

LAS 12 FASES Y LOS 12 SIGNOS ZODIACALES


La descripción del ciclo solar es relativamente fácil, pues basta con observar la posición del sol a través de su curso anual y diario. Sin embargo, para estimar los ciclos largos de cientos o miles de años, es necesario encontrar otras referencias externas. De esta necesidad parte la asignación de cada uno de las 12 fases del ciclo a grupos de estrellas relativamente estables y lo suficientemente lejanas: las llamadas constelaciones. Ahora bien, no hay que perder de vista que recurrir a las constelaciones solo tuvo como fin el poder adaptar a ciertos parámetros temporales el ciclo ideal de 12 puntos. 

Esta es una confusión frecuente, la creencia que las 12 constelaciones, como grupos estelares, son inherentes o determinantes del concepto central de la astrología. Sin embargo, la realidad es muy diferente, el ciclo existiría aunque no existiesen las constelaciones, aunque los años fuesen de 500 días y aunque el día tuviese 36 horas. O sea, en otras palabras, si en lugar de vivir en la Tierra, la humanidad habitase Mercurio o Júpiter, o cualquier otro planeta distante perteneciente a una lejana galaxia, la realidad de los ciclos sería la misma, y el sistema de medición del tiempo y el año adoptaría múltiplos relacionados con el circulo correspondiente a la rotación y traslación de ese planeta imaginario, y la asignación de las 12 fases se haría tomando en cuenta otros grupos estelares visibles desde ese planeta distante.

En otras palabras, las 12 "direcciones" del espacio, o signos, son invariables, se proyectan al espacio partiendo de la Tierra, o desde donde se esté. Se trata pues de ciclos temporales terrestres, no influenciados por las estrellas. Estas sólo se tendrían en cuenta como símbolos y como puntos de referencia espacial:

Cada una de esas direcciones, señalaban un momento del ciclo con un significado especial, y esto condujo a la elaboración de "símbolos vivientes", o sea símbolos zodiacales, que una vez definidos se atribuyeron y proyectaron sobre ciertos grupos de estrellas seleccionadas a las que se les supuso una forma determinada de naturaleza simbólica. 

Por tanto, el que a cierto grupo estelar se le llamara, por ejemplo, Géminis, fue el resultado de haber determinado previamente una dirección del espacio con cierto significado simbólico y, posteriormente, atribuir esa forma y nombre simbólico a las estrellas encontradas allí "en aquel tiempo", cuando el sistema zodiacal y astrológico fue concebido. 

De hecho, esas constelaciones ya no ocupan esa posición, pues debido al fenómeno de la precesión de los equinoccios, ahora ocupan ese lugar otros grupos estelares, pero no obstante el eje direccional permanece el mismo: los ciclos terráqueos, a los que los seres humanos pertenecemos, continúan su rotación invariablemente, señalando sucesivamente la Tierra con su movimiento esas direcciones del espacio, con ciertos valores simbólicos, estén o no estén allá esas constelaciones, que sólo eran mojones del espacio que ayudaron a fijar las posiciones hace muchos siglos.

La Tierra en su curso, hace que el Sol parezca recorrer las diferentes constelaciones  sucesivamente

Los astrónomos reconocen en el anillo zodiacal, el camino aparente recorrido por el Sol, 13 constelaciones, pues a las 12 conocidas por la astrología añaden la constelación de Ophiucus o Serpentario, ya que ésta se encuentra en la trayectoria del sol a través de la banda zodiacal. Los astrólogos por otra parte permanecen en su mayoría opuestos a la inclusión de esa constelación. No sólo este problema representa una gran contradicción entre la Astrología y la Astronomía, sino que precisamente, como veremos, encierra el enigma de los signos ocultos o secretos del zodiaco. 


Lo importante es no perder de vista lo esencial, el ciclo se divide en 12 arcos de 30º, con posterioridad se proyectan sobre el mapa celeste haciendo que se correspondan ciertas constelaciones con esos 12 signos. Para ello elegiremos una banda zodiacal, o sea una banda o anillo de la esfera celeste que incluya en su centro el plano de la eclíptica, o sea el plano sobre el cual rota la Tierra alrededor del Sol. 


No importa qué planeta habitemos, no importa que estrellas aparezcan en el firmamento, no importa cuánto dure un año: este "año" tropical vendrá marcado por dos puntos, el primero será el momento en que la estrella principal alrededor de la cual giremos (sea este el sol, u otra estrella lejana) ocupe el lugar más bajo en su trayectoria, o sea el momento en que su influencia aparente sobre nosotros sea menor, llamaremos a este punto solsticio de invierno, y otro segundo punto en que ocupe el lugar más alto en nuestro firmamento, donde su influencia sea mayor, al que llamaremos solsticio de verano. 


Posteriormente, a efectos de conectar este mecanismo con el gran mecanismo del universo, para así poder medir larguísimos ciclos temporales, proyectaremos sobre esa banda los 12 puntos del ciclo, de forma equilibrada y proporcional, asignando 30 grados a cada segmento de la banda zodiacal, y a las estrellas que allí encontremos agrupadas, ya se traten de formas reales o ilusorias y aparentes, le atribuiremos un símbolo y una forma, inventada por nosotros, que refleje el espíritu del significado del signo correspondiente. 

Como ya se ha dicho, estos 12 estadios pueden ser aplicados prácticamente a cualquier proceso, la vida de un hombre, al conjunto de la evolución, a los ciclos históricos, e incluso al proceso discipular o de progreso espiritual, que es una de las claves zodiacales más importantes de la Alquimia, la Mitología y la Medicina esotérica, tal como veremos más adelante. 

Esta "rotundidad" o completura de los ciclos caracterizados por 12 estadios, condujo a una amplia utilización simbólica. Por ejemplo, este es el caso del concepto budista de Samsara, o incesante ciclo de las reencarnaciones, que precisamente está caracterizado por las 12 Nidanas o causas de la reencarnación, que forman también una progresión continua, desde el pasado, presente, y futuro en una nueva reencarnación:
12 Nidanas

Cada uno de estas fases del ciclo posee un simbolismo complejo, con varias claves en su significado. Tanto en la antigua Babilonia, así como en la India, o entre los griegos, de manera sintética se crearon una serie de símbolos animales que representaban el significado oculto de cada una de estas fases: estos son los llamados signos zodiacales.  


Continuará