Mitraismo y Tauroctonia
Solis Invictus in Mitraeum |
Al comienzo de esta serie de artículos sobre Astrología Mítica, se explicó que ésta corresponde a un sistema simbólico y críptico, con amplias relaciones con la Astronomía, como es lógico, y también con el simbolismo alquímico, así como con la constitución humana y los ciclos de evolutivos de la humanidad. También tiene relaciones con las claves del Tarot, la mitología, las religiones antiguas, la medicina, y la psicología.
Si la Astrología sirve o no para determinar el futuro personal, o sea lo que se conoce como Horoscopía o Astrología Judicial, no forma parte de este estudio, pues personalmente no creo que las estrellas determinen la vida de alguien en ningún sentido. Pero desde luego lo que si es cierto es que ese Gran Reloj, constituido por los movimientos múltiples de ese inmensurable ser vivo que es el Universo, marca el ritmo evolutivo de la misma manera que marca los inviernos y las primaveras, la aparición de civilizaciones y su caída, no por efecto o influencia de ninguna fuerza especial o foránea a la Tierra, sino por la propia fisiología del planeta.
La Tierra también es un ser vivo. Porque la vida no tiene que ver ni con el tamaño, ni con el movimiento rápido o lento, ni con los sentimientos, ni la inteligencia, sino con la "existencia", palabra muy utilizada ésta, de la que se ignora su significado: existencia, es la "salida" o manifestación en el mundo de una "esencia", algo que permanece más allá de las manifestaciones transitorias.
Precisamente los alquimistas sabiendo esto indagaron profundamente en la naturaleza. Encontraron que todo está en permanente evolución y que nada permanece quieto, ni siquiera las montañas, ni los ríos, ni los mares, ni los continentes, ni los astros, y que todo el Universo se dirige a una meta final. Ese punto de encuentro final consiste en la perfección arquetípica, o sea alcanzar la perfección del plan original plasmado en las ideas o "esencias puras", los modelos desde donde se proyectaron las copias de la "existencia" inconclusa, deficitaria e incompleta de los seres manifiestos en este universo.
Se preguntaron entonces en qué consistía ese mecanismo que hacía avanzar a todos los seres hacia esa perfección final. Investigaron intensa y profundamente para encontrarlo en la naturaleza y en sí mismos, dado que ellos sabían que también los seres humanos progresan, si quieren aprender y perfeccionarse. Así trabajando a imitación de la naturaleza desarrollaron los alquimistas su ciencia descubriendo los mecanismos íntimos que regían la evolución y que permitían llegar a la perfección, acortando y acelerando los procesos.
Pero eso era algo muy peligroso, porque en manos de la maldad podría destruir el mundo entero, o esclavizarlo, o como mínimo podría generar la locura en el alquimista ignorante y atrevido, como consecuencia de los mecanismos de auto-defensa de la naturaleza, la cual no deja conocer sus secretos fácilmente a los incautos.
Esto les llevó a utilizar un lenguaje oscuro, que encerraba indicaciones misteriosas. Aunque en otras ocasiones esos tratados alquímicos eran una especie de fraudes intencionados, para desviar la atención de los locos y ambiciosos. Este lenguaje secreto desarrolló símbolos alquímicos bajo el disfraz de los astros. No fueron solamente los astros utilizados como metáforas de la evolución, sino además se utilizaron para transmitir ideas y símbolos como queda mencionado más arriba. El psicoanalista Carl Jung en el siglo XX exploró e investigó precisamente las relaciones de la alquimia y la astrología con el universo mental y los arquetipos.
Con estas ideas básicas expuestas más arriba, concluimos este eje del Ecuador Celeste, que pone en relación a Tauro con Escorpio, y en cuyo simbolismo podremos ver precisamente todas estas modalidades, espirituales, psíquicas, alquímicas y astrológicas en acción. Y para ello lo expondremos bajo un nuevo aspecto, el del Culto de Mitra, dios tan importante en Roma que se constituyó en el rival del cristianismo.
El mitraísmo fue una religión mistérica, que a pesar de su rápida expansión por el Imperio Romano, especialmente entre los legionarios romanos, sus secretos nunca fueron desvelados. Quizás ésta sea la razón por la que las legiones romanas parecieron durante siglos invencibles.
Aunque se discute el origen del culto mitráico, parece ser que éste se encuentra en Persia, aunque luego fue muy transformado en tiempos romanos, de tal forma que sus símbolos, culto y área de expansión de sus templos se corresponde a los del Imperio Romano.
Dado que se carecen de textos e información directa sobre sus contenidos, los estudios se centran en la interpretación de los restos encontrados de los centros de culto existentes en época romana. Sus seguidores se reunían en una especie de templos-grutas. Tenían un sistema de 7 grados de iniciación, asociados simbólicamente según parece a los planetas, también celebraban ágapes comunales. Su fiesta se celebraba el 25 de Diciembre. Todos estos datos, como el hecho de llamar al sacerdote oficiante "Padre", hizo que algunos investigadores sugiriesen que el cristianismo tomó muchos de sus elementos rituales del mitraísmo.
Los 7 grados iniciáticos del Mitraísmo eran los siguientes:
Las escenas en las que se representa a Mitra se centran alrededor de dos motivos principales: Mitra naciendo de una roca y la Tauroctonia, o sacrificio del Toro.
La Tauroctonia
El hecho simbólico ocurre en una caverna, a menudo rodeada por un circulo representando los 12 signos del zodiaco, con el techo pintado de azul oscuro.
Después de una lucha agotadora, Mitra lleva el toro hasta esa caverna donde procede al sacrificio del animal. Mitra aparece vestido con el traje típico de Anatolia y con gorro frigio.
Mientras que con una mano sostiene o tira del hocico del toro, con la otra asesta una puñalada mortal, de cuya herida mana sangre abundante a la que se acercan un perro y una serpiente, al mismo tiempo que el toro es atacado en los genitales por un escorpión.
Libra y Escorpio |
Libra y Escorpio |
Su cola se abre formando espigas de trigo: toda la escena que se representa en la Cueva es precisamente el Ecuador Celeste, y por eso en su lado izquierdo están Libra y Escorpio y también, más arriba representado en la cola del toro con forma de espiga, Virgo que es el siguiente signo en la serie representada, siendo su estrella principal "Spica".
La escena se completa con la presencia del Sol y a veces de la Luna. El Sol emana 12 rayos, de los cuales uno ilumina la cara de Mitra, mientras que éste vuelve el rostro hacía él dirigiéndole la mirada.
Dos personajes más aparecen en la escena, son los llamados Cautes y Cautopates, que portan antorchas, y en otras ocasiones el caduceo de Hermes, uno apuntándolo hacia arriba y otro hacia abajo.
Todos estos símbolos constituyen un emblema astronómico:que representa la totalidad del Ecuador Celeste:
Algunos investigadores han identificado al propio Mitra con la cercana constelación de Orión (M. Speidel), mientras que otros (Beck), que se oponen a esta interpretación, más bien lo identifican con "el viajero por excelencia del escenario estelar, el Sol Invicto moviéndose a través de las constelaciones"
Sin negar ninguna de las dos versiones, creemos que no es el Sol en sí mismo, porque este aparece representado en las escenas de los mitraeos íntimamente ligado y cercano a Mitra, pero no él mismo. Más bien nos inclinamos a pensar que el papel de Mitra es similar al de Orión (o sea Osiris) tal como aparece en el Calendario de Denderah, donde Orión-Osiris emprende su largo viaje en búsqueda de las Pléyades a través de las constelaciones, para al final convertirse en el mismo Sol, de ahí que Mitra, como Osiris, es el Sol en el mundo inferior, enfrentando las pruebas del mundo material, matando el toro, y asimilando su energía para llegar a su destino final.
En pocas palabras, cualquier candidato a los misterios primero tendrá que matar, amaestrar y dominar al toro. En esa tarea, el impulso divino le impele, o sea el sol espiritual interior, de ahí que el candidato sea iluminado por él, y se convierta en él mismo al final de su gesta.
Este eje astrológico Tauro-Osiris corresponde pues al Ecuador Celeste: las constelaciones allí reflejadas en el mito de Mitra son las que ocupan ese lugar. Es el paso o cruce de una línea, en la que está también representada la idea de la balanza. Las serpientes están presentes en ambos signos, así como los escorpiones representando en ambos casos lo inferior, pasional, o incluso lo genital-sexual.
Además y de manera global, el Ecuador Celeste para los antiguos representaba también la línea que delimitaba el mundo superior del inframundo o de los seres mortales. Una vez más podemos ver que no pueden entenderse los signos astrológicos sin tener en cuenta los ejes a los que pertenecen.
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