Astrología 11 - ASTROLOGÍA HELENÍSTICA de ALEJANDRÍA

ASTROLOGÍA HELENÍSTICA de ALEJANDRÍA

Se suele decir que la Astrología tiene su origen en Mesopotamia y que posteriormente fue desarrollada por los griegos, con ninguna o poca participación de la astrología egipcia. Aún más, se dice que los egipcios no llegaron a desarrollar una astrología propia consistente, sino que más bien los documentos o restos astrológicos egipcios que poseemos son de directa influencia griega. 

En todo caso, la astronomía egipcia posee un modelo propio, la división en 36 sectores de la eclíptica zodiacal, llamados decanes, a lo que hay que añadir el conocimiento de una serie de constelaciones y un sistema augural como el de los babilonios.

Sin embargo, si examinamos los hechos cuidadosamente la conclusión a la que se llega es bien diferente. Ciertamente, como hemos podido ver, los babilonios desarrollaron una astrología propia, pero limitada a los augurios, es decir a la clasificación de días y periodos como nefastos, favorables o desfavorables, no existía un sistema de horoscopía como el que disponemos hoy en día, y sólo en las últimas épocas apareció algún intento de carta natal. Los griegos tomaron de los babilonios estos conocimientos, los transformaron, admitieron algunas constelaciones y otras no, pero tampoco crearon un sistema astrológico completo. 

Y en esto último radica la habitual confusión: El sistema astrológico occidental que hoy en día poseemos NO ES el directo desarrollo de la Astrología babilónica ni de la griega del periodo clásico. Su origen es la Astrología helenística de Alejandría. 

Frecuentemente la palabra "helenismo", aplicado al conjunto resultante de la interacción de la cultura griega con el mundo asiático, nos induce a creer que helenismo es sinónimo de griego, cuando en realidad no es así, el factor griego fue la aportación de un renovado interés, de la difusión, de la puesta en práctica, de la fusión de múltiples culturas. Pero esto no significa que el origen de esos conocimientos esté en Grecia, sino más bien en los pueblos conquistados por Alejandro. Así cuando hablamos del helenismo alejandrino, estamos refiriéndonos a un periodo en que el impulso vigoroso y juvenil de los griegos, su interés por la ciencias y la filosofía, su talante práctico, hicieron que estos nuevos allegados buscasen con fervor todo conocimiento que pudiera ser obtenido de los egipcios. 


Se denomina pues Astrología Helenística a aquella que hizo su primera aparición en Egipto y áreas adyacentes del mediterráneo, en el periodo que abarca desde la conquista por Alejandro de Egipto y el comienzo de la era cristiana. La astrología helenística marcó un punto radical de inflexión en el desarrollo de la astrología occidental, sus contenidos y técnicas no pueden ser trazados a ninguna otra fuente anterior, la gran mayoría de las técnicas y conceptos astrológicos utilizados constituyen la fuente primaria de toda la astrología occidental. 

Sus fundadores son desconocidos, las referencias aluden a seres divinos o figuras legendarias y, más extraño aún, aparece prácticamente completa y formada en todos sus contenidos, sin un desarrollo previo progresivo. Contrariamente a lo que se cree, no se tiene constancia de la existencia de un largo proceso de especulaciones, de observaciones, de intentos y errores, de soluciones más o menos exitosas aplicadas por una serie de autores hasta llegar finalmente a constituir un modelo fijo. 

Sin embargo necesariamente tuvo que ser así, lo que nos lleva a plantearnos que la solución a este enigma o bien consiste en admitir que la astrología helenística es el resultado de una suerte de revelación divina, de alguien de quien no tenemos idea, o bien fue el desarrollo continuo de generaciones de astrónomos, de los cuales tampoco tenemos noticia, y que preservaron en secreto sus conocimientos por largo tiempo, finalmente divulgando parte de los mismos en la época helenística. 

Ambas hipótesis pueden ser tenidas por fantásticas, pero ciertamente una de las dos tiene que ser la verdadera, o quizá ambas, porque lo que las fuentes afirman de hecho, según los antecedentes registrados por  Firmicus Maternus (De Nativitatibus sive Matheseos, circa 337 d.C.), es que Hermes Trimegistus fue el fundador de esta astrología, y que luego fue transmitida a Asclepios, y en sucesión directa a Nechepso y Petosiris, siendo finalmente hecha pública por Abram, Orpheus y Critodemus. Y esta era la afirmación y creencia común de todos los astrólogos del periodo helenístico.

Hermes Trimegistus idealizado

El mencionado Asclepios puede tratarse del mismo a quien se dirigen las palabras de Hermes en el Corpus Hermeticum, y parece atribuírsele un libro titulado Myriogenesis. A Nechepso y Petosiris, un faraón egipcio y un alto sacerdote respectivamente, se les atribuye también un libro que fue traducido al griego alrededor del siglo II a.C. En autores posteriores se encuentran muchas referencias y citas procedentes del mismo. 
Claudio Ptolomeo

Los más importantes tratados que sobreviven hasta el presente son el “Tetrabiblos” de Ptolomeo, la “Apotelesmatica” de Hephaistos, el “Mathesis” de Firmicus y la “Antologia” de Valencio. También existen otros fragmentos de otros autores, pero incompletos o en malas traducciones. En todo caso, a pesar de que estos escritos aparecieron a lo largo de ocho centurias (desde el siglo II a.C. hasta el siglo VII d.C) muestran una sólida unidad de concepto en las ideas y métodos. 

Representación de las Constelaciones
Alejandría, siglo II-III (Globo Mainz) 

Aquellos que hicieron públicas estas enseñanzas, bien fuesen sus creadores o los depositarios de una larga tradición preservada en el secreto de los templos, aparecen entre el siglo II y siglo I, y sin embargo en tan corto periodo de tiempo, que los expertos evalúan en poco más de cien años, ya a comienzos de la Era Cristiana "tanto el marco conceptual, los principios interpretativos y las técnicas y métodos básicos de la astrología helénica estaban plenamente establecidos" [Robert H. Schmidt, Project Hindsight].

Algunos de los conceptos utilizados son tan complejos y de tal naturaleza que no podrían ser el resultado de descubrimientos empíricos ni de intentos más o menos afortunados en la búsqueda de algo que "funcionase". Por tanto aunque el misterio de su origen permanece, ya no puede decirse en base a los estudios modernos sobre este tema que "Grecia, tras asimilar los conceptos babilónicos, elaboró el sistema astrológico que conocemos hoy en día como Astrología Occidental", sino que más bien habrá que buscar hacia el lugar donde nació la astrología moderna occidental y hacia aquel a quien mencionan los autores clásicos: Egipto y Hermes Trimegisto 


Continuará