Astrología 12 - Egipto, El Camino del Sol y las Estrellas

Egipto, El Camino del Sol y las Estrellas



La mayoría de los especialistas contemplan tanto los Textos de las Pirámides como los Libros de los Muertos como un conjunto de agregados procedentes de diversas escuelas teológicas. Así Samuel A.B. Mercer, en su traducción de los Textos de las Pirámides afirma que "lo que podemos ver claramente en los Textos de las Pirámides es la existencia de dos sistemas teológicos opuestos, el de Ra de Heliopolis y el de Osiris" [Pyramid Texts vol.I, 1952, Longman, Green and Co. Inc. Toronto - Traducción Samuel A.B. Mercer]

No obstante este tipo de afirmaciones no tiene en cuenta las relaciones simbólicas estrechas entre Ra y Osiris. Para los Antiguos Egipcios el Sol era el símbolo por excelencia de la Unidad Espiritual, representaba de un lado al Espíritu que vela por nuestro Sistema Solar, pero al mismo tiempo es también la esencia espiritual presente en cada ser humano, su auténtico ser.

Osiris, representado por el pilar Djed, extrae
de sí mismo el Sol, su esencia.

Desde este punto de vista su curso solar en el cielo, seguido por su camino a través de la Duat (comúnmente interpretado como una especie de inframundo oscuro que el Sol atraviesa en su curso cada noche) representa también el curso del espíritu humano a través de las encarnaciones terrenales. Así el camino en la barca solar a través de la Duat, un mundo oscuro y lleno de peligros, donde el Sol es constantemente amenazado por la serpiente Apophis, representa en realidad el camino del alma humana a través de los peligros y tentaciones de la vida. Cuando llega el amanecer, y el Sol hace su aparición victoriosa en el horizonte, este representa también la victoria del espíritu humano que escapa de los lazos de la muerte.
Ra navegando en la Duat, al frente Seth

Desde este punto de vista, el proceso de convertirse en un Osiris, objeto principal reflejado en los textos de los Libros de los Muertos, consiste en extraer desde el interior de uno mismo esa esencia solar y espiritual, asimilada a Ra, y ser capaz de escapar de este mundo oscuro y lleno de tinieblas (ignorancia) como el mismo Sol. Por eso se afirma en los textos sagrados que Osiris y Ra son "las almas gemelas que habitan en los dos polluelos" [recitación XVII del Libro de los Muertos].

Ra y Osiris

Esto es similar a la leyenda griega de los gemelos Cástor y Pólux, uno inmortal y el otro mortal. En este mito Pólux comparte su inmortalidad con Cástor, el gemelo mortal. De la misma manera el Sol en su viaje nocturno, a través del inframundo, se convierte en Osiris, o sea las pruebas del alma en el mundo material, mientras que Osiris victorioso es el Sol que surge al amanecer. Uno no puede entenderse sin el otro, y por eso no son dos teologías en pugna, tal como afirman algunos egiptólogos, sino una visión simbólica unitaria, o en todo caso una síntesis feliz.

Ahora bien, el Sol sometido a sus ciclos de vida y muerte, no es el objetivo final de Osiris, pues esta sería una inmortalidad condicionada, dependiente del día y de la noche, sino que el aspirante a Osiris busca transformarse en una "estrella imperecedera", o sea una estrella que no se oculta en el horizonte: la inmortalidad definitiva.

Para ello Osiris deberá ascender por el "Camino de las Estrellas" hasta las estrellas circumpolares para convertirse en una de ellas. Pero ¿cuál es este camino? Osiris, en calidad de Ra, ha navegado por el inframundo o Duat durante las 12 horas de la noche. Después de salir victorioso de la prueba nocturna, deberá navegar por el río celeste, o sea la Vía Láctea. ¿pero cómo acceder hasta ella? En los textos de las Pirámides se dice que:

"La puerta del cielo está abierta, la puerta de la tierra está abierta. Las entradas de las ventanas del cielo están abiertas, las escaleras de Nun están abiertas, las escaleras de luz han sido reveladas" [Textos de las Pirámides, 1078, a,b,c,d.)

" Una escala al cielo será colocada para él, para que pueda ascender al cielo" [Textos de las Piŕamides, 365a]

"Osiris N* asciende hasta allí en lugar de Ra (como si fuese Ra). El ha caminado por sí mismo en tu esplendor, como escaleras bajo sus pies" [Textos de las Pirámides, 1107c, 1108a,b.]
[Osiris N, es una forma genérica de aludir a cualquiera de los humanos que se convierten en Osiris]

Estos textos, y otros muchos similares, hablan de una entrada, de unas escaleras de luz, y que esta luz o esplendor es la de Ra. En los papiros vemos frecuentemente la representación de estas escalas, y en ocasiones también vemos el pilar Djed, símbolo asociado a Osiris, representado como unas escaleras.

Osiris como Pilar Djed, Escalera

Estas escaleras están íntimamente asociadas a Osiris porque de alguna manera es él mismo, pues como se afirma frecuentemente "Osiris N, tu te has hecho por ti mismo un camino": el proceso de osirificación, o de devenir un Osiris inmortal, es el resultado de un esfuerzo y conquista individual.  Recorre pues este camino en calidad de Ra, apoyado en la luz de Ra, el Sol, o sea Osiris se ha solarizado en este proceso.

La Astrología antigua recoge una idea que es un eco de esto mismo: el signo Capricornio tradicionalmente ha sido llamado "La Puerta de los Dioses", mientras que al signo de Cáncer se le llamaba "La Puerta de los Hombres".

Durante el solsticio de invierno, aproximadamente el 21 de Diciembre, al Este se sitúa la constelación de Capricornio, mientras que al Oeste está la constelación de Cáncer. Pero además ese día especial del año se produce otro interesante fenómeno: el plano del ecuador de la Vía Láctea (que se percibe desde la Tierra como una nube de estrellas que se alarga de Sur a Norte, siguiendo un ángulo de 62º) coincide con el plano de la eclíptica terrestre (el plano de la órbita del Tierra alrededor del Sol), y justo en ese lugar es donde se produce la salida del Sol:

Posición del Sol en el Solsticio de Invierno enfrentando
la Puerta o Caverna del centro de nuestra galaxia.

Ese punto tan especial, donde está también la constelación de Sagitario y cercana a la de Escorpio, es conocido por una especial característica: la gran abundancia de los llamados agujeros negros, por eso toda la zona permanece oscura en contraste con el resto de la Vía Láctea. Esta es la llamada "puerta" o "ventana" del cielo, es la puerta de los dioses a la que hacíamos referencia anteriormente. En el centro de esa zona oscura, sin embargo, aparece un área brillante que le da el aspecto de un ojo. 

Centro Vía Láctea
ESO/VVV Survey/D. Minniti/Nick Risinger (skysurvey.org) 
Music: Delmo -- Acoustic (disasterpeace.com)
Acknowledgement: Ignacio Toledo, Martin Kornmesser

Este ascenso hasta la puerta de los dioses, o "navegación por el Nilo Celeste" aparece detallada en el  capítulo 132 del Libro de los Muertos donde podemos ver una sucesión de imágenes en la que el candidato Osiris, tras derrotar la serpiente del mal (sus propios vicios) se acerca a la barca de Ra, y tras adorarle le pide que le deje entrar en su barca. Sobre la proa se encuentra una pequeña imagen de Horus Harpocrates, o sea el niño o infante Horus, el cual representa aquí el proceso de renacimiento que se va a producir. 

En una escena posterior el candidato a Osiris aparece ya en el interior de la barca junto a Ra.


En la siguiente imagen el candidato se asimila o se hace uno con el propio Ra, Finalmente, "en calidad de Ra", se adentra el candidato en las puertas del cielo plagada de estrellas.


A partir de ahí el Osiris-Sol, puede navegar y ascender por las "escaleras de Nut" (la diosa que representa el cielo) o la porción de la Vía Láctea que le llevará a su objetivo final, las estrellas circumpolares.


Continuará