Astrología 15 - La Precesión de los Equinoccios y el Misterio de Sirio

La Precesión de los Equinoccios
El Misterio de Sirio


Si un observador de la bóveda celeste, justo antes del amanecer del equinoccio de primavera, dirigiera su mirada hacia el Este podría ver dibujarse sobre el fondo oscuro del cielo cierta constelación. Si repite la observación cada año, encontrará que al cabo de 72 años la posición de la constelación se habrá desplazado un grado con respecto a su posición original y que, después de unos 25920 años, volverá de nuevo a ver la misma constelación en la misma posición original, mientras tanto las otras 11 constelaciones habrán ocupado ese mismo lugar por turno, cada una de ellas permaneciendo en el mismo alrededor de unos 2160 años.

Este fenómeno, conocido como precesión de los equinoccios, no pasó inadvertido a los pueblos de la antigüedad. Si consideramos la precisión con la que muchos templos y monumentos antiguos fueron construidos (Stonhenge, la Gran Pirámide, etc.) con desviaciones de apenas unos pocos minutos de arco, es evidente que este fenómeno no paso desapercibido. El movimiento de las estrellas era un asunto de extrema importancia porque era una cuestión religiosa.

Giróscopo - Wikipedia: Lucas Vieira

La astronomía moderna atribuye este fenómeno a una especie de bamboleo del eje terrestre trazando así un circulo completo que tardaría mas de 25000 años. Al cambiar la inclinación del eje,la posición relativa de la eclíptica con respecto a la tierra y la constelación visible al amanecer en el equinoccio de primavera también cambiaría. Conviene pues echar un vistazo más de cerca a esta teoría de la precesión de los equinoccios, pues de alguna manera en ella están implicados muchos de los enigmas de nuestro zodiaco y cierto simbolismo relacionado con la estrella Sirio.

Rotación Eje - NASA

Este fenómeno ha sido atribuido al efecto de torsión sobre el eje de la Tierra ejercido combinadamente por la influencia del Sol y de la Luna. En cada revolución anual de la Tierra alrededor del Sol se constata un cambio en su alineación con las estrellas fijas durante el equinoccio de primavera estimado en unos 50.29 segundos de arco por año. Copérnico afirmó que esto era debido a que el polo de la Tierra se "bambolea", y Newton añadió a ello que la causa de ello debía ser la acción combinada de la fuerza de gravitación del Sol y de la Luna. Esta es la llamada teoría lunisolar de la precesión de los equinoccios, hoy ampliamente aceptada. 

Sin embargo recientes estudios (Binary Research Institute, Sirius Research Group) muestran que dicha teoría contiene contradicciones importantes, pues:

1. La Tierra, con respecto al Sol, recorre exactamente 360º durante un año tropical (de equinoccio a equinoccio) sin atraso alguno.
2. La Tierra, con respecto a las estrellas fijas, tal como muestran los cálculos recorre 360º en su órbita durante el año sideral, también sin atraso.

Es decir, ambos tipos de cálculos tomados de forma independiente, muestran lo mismo, la tierra completa sus 360º en un año (ya sea el año considerado como tropical o sideral) En otras palabras, la Tierra no se atrasa ni con respecto al Sol ni con respecto a las estrellas, llega a tiempo a su cita. Pero todo esto está en directa contradicción con el fenómeno de la precesión de los equinoccios, porque las constelaciones (o la Tierra) se "atrasan", cada año 50,29 segundos de arco.

La solución propuesta es que no es la Tierra la que se atrasa debido al bamboleo descrito anteriormente, sino que es todo el conjunto: la Tierra, el Sol y junto con él todo el Sistema Solar, sufren una torsión en su eje de 50.29 segundos de arco por año, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, con respecto al espacio inercial. 

Una manera sencilla de entenderlo es imaginar que estamos en una oficina donde yo mismo y varios empleados con sus ordenadores estamos trabajando, por la ventana vemos que se mueven los edificios y el paisaje cercano. Según la teoría clásica lunisolar se mueven porque yo me estoy moviendo, por ejemplo inclinando mi cuerpo hacia abajo. Pero si yo no me he movido, y todos los oficinistas y muebles alrededor tampoco lo han hecho, eso significa que es todo el edificio en el que estamos, toda la oficina la que se ha movido con respecto a los edificios o paisaje externo. Así todo el sistema solar, obviamente incluyendo la Tierra y la Luna y los otros planetas, forman un conjunto similar al edificio donde trabajamos en el ejemplo anterior.   

Ello explicaría el cambio posicional de las estrellas (en el ejemplo el paisaje alrededor) y que al mismo tiempo se respeten las relaciones de la Tierra con los cálculos de los ciclos lunares, con los otros planetas dentro del Sistema Solar y con el Sol (en el ejemplo mi relación posicional con los otros empleados y los ordenadores) cumpliendo al mismo tiempo “en hora" su obligatoria orbita de 360º alrededor del mismo. 

Esta teoría no es nueva, es la llamada teoría binaria de la precesión de los equinoccios, necesita comprobaciones experimentales y el desarrollo de modelos precisos, no obstante respeta las ecuaciones de las rotacionales solares y lunares, predice mejor las tendencias a largo plazo de las precesiones y está de acuerdo con las leyes de Kepler sobre las órbitas elípticas [Comparison of Precession Theories: An Argument for the Binary Model By: Walter Cruttenden August 12, 2003]

¿Pero alrededor de qué rota el sistema solar completo? Si la teoría lunisolar es falsa, entonces debe tratarse de otra fuerza gravitatoria enorme capaz de provocar el mismo tipo de "bamboleo" pero no sobre la Tierra sino sobre el Sol y todo el sistema solar en su conjunto. Esta fuerza gravitatoria sólo puede proceder de alguna estrella cercana de gran tamaño, los candidatos más probables son la estrella alpha-Centauris, que es en realidad un sistema triple de estrellas, con una masa respectiva para cada una de ellas de 1.100, 0.907 y 0.11 (o sea una masa total de 2,207) en relación con la del Sol y a una distancia de 4.36 años-luz, o bien Sirio, un sistema binario, y con fuertes sospechas de tratarse en realidad de un sistema formado por tres estrellas, y que posee una masa para las dos estrellas conocidas, Sirio A y Sirio B, de 2.14 y 0.98 respectivamente, o sea al menos una masa total de 3,12 veces la del Sol, a falta de conocer la tercera estrella en discordia. Sirio se sitúa a una distancia de 8.6 años luz. Además a diferencia de alfa-Centauri que se encuentra en otra espiral de la Vía Láctea, Sirio está situado "corriente arriba" en el mismo brazo espiral de la galaxia que ocupa nuestro sistema solar, en la llamada espiral o brazo de Orión. En otras palabras, recibimos directamente su influencia "corriente abajo" en la espiral.

Nuestra Galaxia, brazo local: Sirio y Sol

Toda la tradición antigua insiste en la importancia de Sirio en relación con el Sol. Particularmente en Egipto Sirio tenía un papel predominante. El egiptólogo Schwaller de Lubicz ["Sacred Science - The King of Pharaonic Theocracy"] estaba convencido que "Sirio representa el papel de centro del circuito entero del sistema solar". Ya hemos visto anteriormente como en el Calendario de Denderah su centro, alrededor del cual gira todo el sistema, es precisamente Sirio, representado por un chacal sobre un arado, significando el jeroglífico "arado" (merit) el vértice o cima de un triángulo, o sea Sirio es la estrella-chacal que está en el vértice y el jeroglífico de Sirio representa exactamente esa idea: 


No se trata de que nuestro sol y todo el sistema solar "rote" alrededor de Sirio, sino que nuestro sistema rota o se balancea sobre sí mismo teniendo como centro o referencia el vértice de un cono:  
¿Cuál es el papel misterioso de Sirio en relación con nuestro sistema solar? ¿Por qué le fue dada tal importancia en el pasado por los egipcios? La respuesta la podremos encontrar más adelante, cuando desentrañemos los signos secretos del zodiaco y los ejes zodiacales.

Continuará