Astrología 14 - El Camino de las Estrellas, la Gran Pirámide y el Calendario de Denderah

El Camino de las Estrellas, 
la Gran Pirámide y el Calendario de Denderah



Mucho se ha escrito y se seguirá escribiendo acerca de este conjunto maravilloso formado por las pirámides de Guiza y los templos que las rodean. Los detalles abundan, algunos más o menos fantasiosos y otros más acertados y fieles a la realidad. En todo caso, su significado fundamental permanece intacto, pues tanto adoptemos una interpretación de corte esotérico, o bien adoptemos las corrientes aceptadas por el mundo científico-materialista, este lugar es en todo caso un lugar de  muerte y transformación. 

En lo esotérico correspondería al lugar donde se llevaba a cabo la muerte iniciática, o sea el lugar de paso o transformación a una conciencia superior, sin embargo para los arqueólogos ortodoxos estos monumentos sólo serían tumbas diseñadas para las momias de faraones concretos y sus familiares. No obstante, en lo esencial, representa en ambos casos lo mismo, o sea las pirámides son lugares de PASO Y TRANSFORMACIÓN que además poseían cierta relación con las estrellas: los textos de las pirámides abundan en la idea de que el faraón después de la muerte sobrevive integrándose en el mundo estelar. 

Por otro lado, la alineación precisa y sorprendente de estos monumentos tampoco deja lugar a dudas, hay una preocupación por reflejar en la tierra un mapa celeste, unas correspondencias específicas. El famoso egiptólogo Flinders Petrie encontró en sus mediciones que la media de desviación de las caras occidentales y orientales hacia el Norte es de sólo 4 minutos de arco. Esta precisión extraordinaria, superior incluso a la que podría obtenerse utilizando una brújula, que solo nos indica el polo magnético, requiere necesariamente utilizar datos astronómicos. 

El fin de cualquier construcción sagrada, en cualquier época o para cualquier religión, es el establecimiento de relaciones concretas con lo celeste, es permitir el paso hacia lo sagrado, allá arriba, desde el lugar sagrado aquí abajo en la tierra. Por ello la diosa Seshat, quien es la poseedora de las claves constructoras que permiten esa conexión, porta como símbolo en su cabeza las siete direcciones del espacio, las 6 direcciones habituales (arriba-abajo, delante-detrás, izquierda-derecha) más la séptima o interior y sagrada. Esta séptima dirección es la que permite el acceso a lo celeste, cuya entrada está representada por una apertura en medio de la cúpula representada en el emblema de Seshat. Esta cúpula era llamada "uapt-pt" y significa "la balanza del cielo", o también "la apertura de la bóveda celeste". 


Además, el atuendo moteado de Seshat la relaciona con las estrellas y también con su función solar, al igual que el traje que las vestiduras de los sacerdotes Sem durante la ceremonia funeraria de apertura de los centros sagrados, más conocida como "la apertura de la boca". 

Esta relación sagrada entre lo terrestre y el cielo estrellado, aparece definida de muchas formas en todos los monumentos. En Guiza, en el caso de la Gran Pirámide, esta relación no sólo está marcada por su orientación cardinal, sino también por la dirección de los dos conductos que parten de la llamada cámara del rey y de otros dos paralelos que parten de la llamada cámara de la reina, y que siguen el alineamiento general Norte-Sur de la Gran Pirámide. Su forma general dibuja al mismo tiempo un triángulo invertido cuyo pico inferior es la propia cámara del Rey. 


Estos dos triángulos, unidos conforman una estrella de 6 puntas, en cuyo interior se gesta el nuevo nacimiento del iniciado, el embrión en la matriz.

Los dos conductos del lado Norte señalaban a la constelación del Dragón en los tiempos antiguos, el que parte de la Cámara del Rey apuntaba a la estrella Thuban (Alpha-draconis), que hace varios miles de años era la estrella polar, y la que parte del lado Norte de la Cámara de la Reina apunta a la constelación de la Osa Menor. 

Por otro lado, los dos conductos de lado Sur señalaban respectivamente a la estrella Sah, identificada con la constelación de Orión (Osiris) y a la estrella Sirio (Sothis). Esta última es la más brillante en el cielo del sur y pertenece a la constelación Canis Majoris, de gran importancia para el calendario egipcio, pues no solo señalaba el comienzo de la  época de la inundación sino que además era considerada de alguna manera el Sol Central de nuestro sol.

Para entender plenamente la idea reflejada en la disposición de estos conductos y las estrellas relacionadas, tenemos que echar un vistazo a otra construcción peculiar, el Templo de Denderah y su Calendario Circular. Hay que hacer notar que esta representación del camino iniciático estelar fue encontrada en las celdas osirianas de este templo, en otras palabras donde se realizaban  ceremonias de osirificación.


Observemos pues la disposición general de este calendario. El comienzo o entrada al mismo viene señalado por un halcón con la doble corona del Alto y Bajo Egipto descansando sobre un loto, a su izquierda hay una vaca apoyada sobre una barca y con una estrella entre los cuernos. A su derecha hay un hombre con la corona del Alto Egipto con una pierna avanzada y portando el cayado de Anubis, y a su lado hay una pequeña ave, su nombre es NeH, que significa "eternidad", o sea está caminando hacia la eternidad.

La vaca ahí representada es Sopedt, que es una forma femenina de Sirio o Isis-Sirio. Según los Textos de las Pirámides, era una guía postmortem del faraón, facilitándole ascender hasta el cielo para unirse a los dioses, mostrando el camino hacia las Marismas de Ialu o Paraíso. A su lado está el halcón. Se trata de Sopdu, una forma de Horus que también está relacionada con Sirio, es el hijo de Sopedt y Osiris, y protector de las fronteras del Este. El hombre caminando representa a Orión, o la estrella Sah, relacionada con Osiris.

Este es pues el comienzo de la ruta espiralada del caminante Osiris, ¿pero a dónde se dirige? ¿cuál es el objetivo? Veamos el centro del Calendario Circular:


Encontramos una serie de constelaciones circumpolares representadas por una diosa hipopótamo, un chacal asentado sobre un arado, y a su derecha la llamada Constelación del Muslo (Osa Mayor). La diosa hipopótamo representa a la constelación del Dragón, es un animal tifoniano, o sea relacionado con Seth, se trata de una forma de Toeris, o Tawer o Ipet. 

Curiosamente, en la famosa escena del Juicio o la pesada del corazón, aparece a la derecha un monstruo junto a la balanza, llamado Ammet, cuya misión es devorar el corazón del difunto en caso de que no supere el juicio. Ese monstruo tiene un cuerpo compuesto como el de la diosa hipopótamo Ipet: parte del cuerpo es de un cocodrilo, parte de un hipopótamo y parte de un felino, pero con una diferencia clave, el orden de estas partes es inverso al orden de esos mismos componentes en Ipet, o sea simbólicamente ejerce una función contraria. 

Ammet: cocodrilo, felino, hipopótamo

Por esta razón, la función de Ammet es devorar el corazón, la conciencia, impidiendo la entrada del difunto en el más allá en caso de fracaso durante el Juicio dando lugar a renacer de nuevo en el mundo terrestre como un ser humano vulgar. 

Ipet ó Taweris: hipopótamo, felino, cocodrilo

Ipet, la diosa hipopótamo es la inversa de Ammet, aparece al final del Libro de los Muertos recibiendo al difunto inmortal en el mundo celeste. Esta diosa hipopótamo era símbolo de la maternidad y mitológicamente era quien daba nacimiento a Osiris, por eso había en los templos unas capillas especiales llamadas capillas Ipet, donde se daba nacimiento al candidato a los misterios como un Osiris.

Anubis, entre Draco y Osa Mayor

El chacal sobre el arado situado al centro, representa en parte a la constelación de la Osa Menor y en parte a la constelación del Dragón. Es una forma de Anubis, el llamado Gran Horus con las orejas-alas levantadas. En las representaciones de Anubis las orejas en su interior presentan plumas de halcón, y de hecho en otras imágenes egipcias del polo celeste se le sustituye por un halcón, o sea Horus el Mayor, con una lanza dirigida hacia la constelación del Muslo como representación del  eje  o ecuador celeste. 

Anubis- Gran Horus, las orejas son alas



Anubis-Gran Horus, representando Ecuador Celeste
A la derecha, constelación del Muslo (Osa Mayor)

Anubis también se corresponde con la estrella Sirio. Pero además el arado sobre el que descansa es en sí mismo un jeroglífico que tiene varios significados, uno de ellos es el de "pico" o "cima" de un triángulo: no hay que olvidar que la forma de representar a Sirio es como un triángulo, por tanto este Anubis-Sirio representa el objetivo o cima a alcanzar.


En tercer lugar está la constelación del Muslo, la Osa Mayor. Esta constelación que tiene siete estrellas, es el asiento de los siete genios protectores de Osiris y por tanto íntimamente relacionada con él. 
Constelación del Muslo

En las ceremonias de apertura de la boca, "el muslo" es una de las ofrendas que se presentan al difunto. Los egiptólogos suelen interpretarlo como una ofrenda física de un muslo de buey, sin embargo su significado es obviamente metafísico, puesto que acompañando a las imágenes de estas ofrendas se ve escrito a veces “aquí te traigo el Ojo de Ra”. 

Ofrenda funeraria del "Muslo" 


En otras palabras: dado que el “muslo” es la constelación circumpolar (Osa Mayor) que es la constelación cuyas estrellas son las protectoras de Osiris, y además convertirse en un Osiris significa haber sido iniciado viniendo a ser uno con Ra, la entrega de este muslo equivale por tanto a decir “te has convertido en un Osiris, eres poseedor del Ojo de Ra u Ojo Espiritual”. 

Resumen Calendario de Denderah

-Al comienzo de la espiral aparecen: Sirio como madre y protectora (Sopedt-Isis, la vaca), Sirio como Sopdu (Horus-Sirio), y Osiris (como Orión-Sah)

-Al final de la espiral, en el centro del calendario aparecen: la diosa hipopótamo como madre y protectora (Isis, Ipet, forma de la constelación del Dragón), el chacal (el Gran Horus, Sirio) y el Muslo (Osiris)

En resumen, Sirio + Osiris al comienzo de la espiral, y Sirio + Osiris al final.
  
Es decir, lo que aquí vemos reflejado en este zodiaco es el camino de osirificación regido por Sirio. Las estrellas circumpolares representan el objetivo a alcanzar, o sea el "Ojo de Ra" (constelación del Muslo) y la apertura del conocimiento esotérico (la constelación del Dragón o Set). 

Ahora bien, ésta misma disposición simbólica está también presente en la Pirámide de Giza. La muerte, el sarcófago y las cámaras sepulcrales son el lugar intermedio entre las constelaciones del Sur que son las mismas que están en la entrada del calendario circular, y las constelaciones del Norte, que son las mismas que están en el centro del calendario.

Vemos pues que uno de los significados de la Gran Pirámide y de las ceremonias funerarias o iniciáticas realizadas en la misma se refiere a los rituales de paso o de transformación, o sea el camino de acceso a las estrellas imperecederas.

Por esa razón, cuando los egiptólogos dicen que el Calendario de Denderah es helénico, tenemos que decir que se equivocan, es helénico desde el punto de vista visual o de estilo, pero las ideas que ahí se contienen poseen una larga historia en la mitología egipcia, sus conceptos aparecen ya en la Gran Pirámide y en los Textos de las Pirámides que tienen miles de años. El Camino Celeste, la integración con las estrellas circumpolares, la entrada en la puerta del cielo, etc., son ideas egipcias muy antiguas.


Continuará