24 - Los Signos y los Ejes Zodiacales

 LOS SIGNOS y LOS EJES ZODIACALES


Cuando un signo aparece en el horizonte oriental durante el equinoccio de primavera, otro signo relacionado se muestra al Oeste; cuando un signo está enfrente de nosotros, otro signo, el opuesto en la rueda zodiacal aparece a nuestras espaldas. De ahí se deduce algo muy importante, la existencia de los Ejes Zodiacales: no puede considerarse un signo, su significado y simbolismo, sin tener en cuenta al signo situado en el lado opuesto

Cuando analizamos el significado de los signos zodiacales, usualmente lo hacemos tomándolos por separado, sin embargo en este capítulo trataremos de relacionar cada uno de ellos con el conjunto y sobre todo con el signo complementario con el que conforma un eje. La razón de ello no sólo radica en que sus significados sean complementarios, sino también en que conforman ejes astrológicos y astronómicos verificables, tales como el eje galáctico, el ecuador celeste, etc.

Otro factor a tener en cuenta es que cada signo, forma parte de un ciclo ascendente o descendente, que representa fases o peldaños dentro de un camino que conduce bien a la manifestación en el mundo o a la superación de las limitaciones materiales, o sea cada signo representa un peldaño simbólico del camino discipular y espiritual y del desarrollo humano en general. 

Desde este punto de vista es interesante hacer notar que la mayoría de las interpretaciones sobre los caracteres personales astrológicos no echan de ver que los signos se refieren a momentos evolutivos de una persona. Los signos más que cristalizar un trazo de la personalidad son propuestas, o sea son un desafío o destino a cumplir. 

Así, por ejemplo, veremos muchos Tauros que son perfectos ejemplos de todas las cualidades negativas de este signo, o sea mansedumbre, falta de "arranque", desinterés por todo, incapacidad para emprender nada nuevo y ser creativos, más que "toros" se comportan como "bueyes" acomodaticios. Lo mismo podríamos decir de los Sagitarios, pues según su signo se supone que tendrían que poseer las cualidades del arquero, o sea precisión, búsqueda del momento oportuno, saber mantener la tensión hasta que llega la oportunidad, claridad de objetivos, etc. Por el contrario, lo que encontramos en muchos Sagitarios es inoportunidad, se embarca en una acción o toman una decisión después de muchas dudas e intentos fallidos, para finalmente hacerlo en el peor de los momentos. Así, encontraremos muchos Leos que son auténticos gatitos, sin ninguna característica de liderazgo o valor. Y Capricornios que prestan más atención a ganar bienes materiales, seguridad en el terreno que pisan, en vez de escalar a las cumbres de sí mismo. De los Géminis, signo del mensajero, del transmisor, encontramos muchos ejemplos de personas que se debaten en la dualidad intelectual, sin llegar a ninguna concreción externa, las enseñanzas son sólo para su consumo intelectual sin impacto en su alrededor, etc.

Todos estos ejemplos, que corresponden a lo que sucede con la mayoría de las personas, nos demuestran que el hecho de haber nacido bajo uno de estos signos, no significa que uno esté conformado y sometido por una cierta fuerza extraña ajena a nosotros mismos, sino que más bien el signo que nos toca expresa el papel que nos toca completar, la VOCACIÓN que debemos llevar a cabo, es un reloj astronómico y de destino que marca nuestro momento y meta.

Esta afirmación sólo tiene sentido dentro de una concepción reencarnacionista, pues cada encarnación del ser humano no sería más que un paso más dentro de una larga cadena evolutiva en la que éste progresaría a lo largo de una serie de lineas generales, cuya dirección estaría ejemplificada en la rueda zodiacal. 

Mitos como el de Hércules y sus 12 trabajos, o el de Orión en persecución de las Pléyades, ejemplifican esta visión de la rueda zodiacal como sendero hacia la realización personal. Un buen análisis astrológico nos debería revelar no sólo los factores que pudieran influenciar nuestras decisiones, sino también de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos. 

Los 12 signos zodiacales son en realidad 6 ejes más un séptimo de síntesis. Este septenario, que se corresponde con muchos otros sistemas septenarios simbólicos, se refiere pues a 7 PASOS o MOMENTOS EVOLUTIVOS, tanto de la humanidad en su conjunto, como del ser humano considerado individualmente. A continuación detallaremos los temas principales de estos ejes, sin seguir un orden numérico determinado.