Astrologia 25 Eje Sagitario - Geminis - Inmortalidad Compartida

 SAGITARIO - GEMINIS

El Eje de la Inmortalidad Compartida

Tarots correspondientes: El Carro de Osiris y Tifón

En este trabajo no trataremos en profundidad el tema de los tarots. Como ya explicamos en otro artículo anterior hoy en día los tarots se han convertido en un juego de feriantes y pitonisas, pero su origen en Egipto, y tras su paso por la masonería, permitió que sus símbolos y arcanos se transmitieran hasta nuestros días conservando un conocimiento secreto. Sin embargo hoy solo ha quedado reducido a ridículas explicaciones y usos no adecuados. En este artículo, simplemente señalaremos los signos más importantes que los relacionan con el significado de los ejes que estamos estudiando. 

Primero observemos la presencia de los signos zodiacales correspondientes en la parte superior del cada tarot. El tarot de la izquierda corresponde a Géminis, como puede verse indicado en la parte superior derecha del tarot, y el de la derecha corresponde a Sagitario, siendo indicado el signo también en la parte superior derecha.

En ambos tarots encontramos una pareja, en uno se trata de una esfinge blanca y otra negra, en el otro son dos carneros uno señalando hacia abajo con las manos y el otro hacia arriba. 

El tarot de la derecha señala la condición humana reencarnada en este mundo, los dos carneros representan al ser humano, y su doble condición de terrestre y celeste, pero ambos están sujetos por cadenas a la carne, a lo material. Tifón-Seth camina pisando y destruyendo, aunque su trabajo maligno solo es en apariencia porque aquello que destruye liberará al ser humano, por eso porta una gran llama pero oculta bajo el humo, algo que también está presente, en la cabeza de los encadenados. 

El tarot de la izquierda es una segunda fase superior o continuación, porque aquí también está la misma dualidad, pero una dualidad que conduce hacia el final tras haber elegido el camino correcto, el camino de Sirio: el conductor (Osiris) del carro (la personalidad cuaternaria), ha completado parte del ciclo, como indica su alfanje en la derecha, y continua el camino del sol, como indica el símbolo solar que aparece a su lado, tras haber completado la re-unificación y control de los actores básicos en la evolución humana, como indica también el símbolo que porta en su mano izquierda, el triángulo, la esfera y el cuadrado, o sea el espíritu, el alma y el cuerpo ordenados.


SAGITARIO O LA INMORTALIDAD COMPARTIDA


Sagitario es un signo que ha estado siempre relacionado con el conocimiento y la enseñanza, con la filosofía y con el progreso humano, siempre dotado de un cierto toque aristocrático, es el signo de los grandes educadores de la humanidad.  

El relato cuenta que el Centauro Quirón enseñó a los héroes, o sea a los seres semidivinos, en su cueva: a Aquiles, a Jasón y Eneas y al mismo Asclepios. Conocía las artes de curación por medio de plantas medicinales y era experto en música. Quirón es pues el paradigma de los Instructores humanos que enseñan a convertirse en divinos a los hombres, así se dice que enseñó a Dionisos los ritos e iniciaciones báquicas. 

Quirón y Aquiles

Allí en su cueva se reunieron todos los héroes griegos, para desde allí emprender la gran aventura de los Argonautas. En la nave Argos (uno de los epítetos de Hermes, dios de la Sabiduría), Pólux y Cástor y los demás héroes participan en la búsqueda del Vellocino de Oro, de la inmortalidad duradera, de la divinidad completa. 

Cuenta la leyenda que cierto día en que Quirón estaba acompañado por Hércules, fue sorprendido en su cueva por el ataque de otros centauros salvajes. Hércules tomó su arco, y lanzó sus flechas envenenadas contra los intrusos, pero con tan mala fortuna que hirió a Quirón en una pierna. Entre terribles sufrimientos éste se lamentaba pues no podía morir, inmortal como era. Su terrible dolor y sus súplicas a Zeus para que le dejara morir, hizo que el dios supremo aceptara que Quirón intercambiara su inmortalidad con Prometeo, el Titán. Entonces Zeus elevó a Quirón hasta el cielo, situándolo entre las constelaciones. 

Quirón es pues el perfecto símbolo de esos seres superiores que se comprometieron a encarnar en formas inferiores (los hombres)  y que sufrientes sólo volvieron al cielo después de traspasar la antorcha a otros titanes. 

Prometeo trae el fuego al hombre que yace en la oscuridad

Prometeo, aquél que como su nombre indica "podía ver de antemano o prever", porque poseía desde entonces el fuego divino de los dioses, a su vez, comprometió su propia existencia para dotar al hombre de la chispa ígnea de los inmortales, del fuego eterno del espíritu que corre, como la antorcha olímpica, de mano en mano, a través de generaciones, de los Héroes a los hombres, de los Dioses a los pequeños humanos, de los Hermanos Titanes a los débiles hermanos, gemelos porque comparten algo en común, su aspiración por navegar lejos, muy lejos, más allá de las estrellas.

FLECHAS Y ARCOS

Este signo de Sagitario a menudo ha sido representado en relación con las flechas y arcos y con la curación. 

En el antiguo Egipto, los Sunou o médicos regulares utilizaban como símbolo de su profesión una flecha. 

Entre los griegos la diosa Artemisa, hermana gemela de Apolo, se asociaba también a los ciervos como Quirón mismo, siendo estos sus animales protegidos. 

También, como en la leyenda de Quirón, las flechas y arcos están presentes, pues estos instrumentos siempre la acompañaban, era la diosa cazadora por excelencia. Además ella misma fue instructora de Quirón. Como podemos ver su relación simbólica es estrecha y hasta su propio nombre la relaciona con las habilidades curativas de Quirón pues Artemis significa "salud", "protección", "guardia". 

Esta bella joven, furiosa y terrible a veces, gemela de Apolo, nos llama la atención por su cualidad de ser casta, privilegio concedido por Zeus, y al mismo tiempo protectora de los nacimientos, ¿mas protectora de qué nacimientos? 

Sincera, símbolo de la moral recta e incorruptible, fiel a sus pactos y terrible con los que los traicionaban, quizá de aquí provenga el sentido de su nombre, "protectora", o sea mantenedora de los pactos, sin trucos, y "sana", saludable, limpia por su incorruptibilidad. En lo estelar, era diosa de la Luna, y su compañero de caza era Orión (Osiris en Egipto). 

Ahora bien, en el Antiguo Egipto no encontramos equivalente directo de Quirón, pero sí de Artemisa: las diosas Nephtys y Neith, diosas del Oeste y del Norte, que poseen una relación especial entre ellas, similar a la que tienen Isis, diosa del Este, con Serkit, diosa del Sur.

Nephtys es también diosa de la Luna, de su lado oculto, es también gemela de su hermana Isis, y también es "curadora", ella ayuda a limpiar el cuerpo de Osiris, a limpiarlo de sus corrupciones, lo ayuda pues a conquistar su inmortalidad. Como Artemisa, Nephtys es descrita a menudo como joven, núbil y muy bella. La egiptología moderna la considera como representante del auxilio divino y protectora guardiana en muchos casos. Lejos de ser una divinidad pasiva, tal como se creía anteriormente, su carácter es más bien fiero e incluso peligroso como el de Artemisa, capaz de destruir con su aliento de fuego a los enemigos del faraón o de Osiris. Sin embargo, al mismo tiempo es la gran protectora, sus habilidades sanadoras se reflejan en los múltiples amuletos encontrados con su efigie.

Nephtys, como Artemisa, es protectora de los nacimientos, pero no los nacimientos de aquellos que vienen a este mundo, función de Isis, sino como protectora de los nacimientos en el otro mundo, de los muertos. 

Nephtys, como Artemisa, como Quirón, todos ellos ayudan a dar nacimiento en lo superior, destruyendo lo inferior, el mal, manteniendo los principios y enseñando. Nepthys es también llamada la diosa del Templo, y aquí no se trata de un templo cualquiera, sino del Templo en un sentido genérico, o sea el lugar sagrado, el lugar de los conocimientos, como la cueva sagrada de Quirón.  

Neith como cazadora, reina y protectora de Sais

En Egipto había otra diosa que, con el correr del tiempo, se asimiló a Nephtys, se trata de Neith, diosa del Norte, aquella a la que Platón en su Critias señala como siendo igual a la Atenea de los griegos. Entre los símbolos de Neith volvemos a encontrar las flechas, y la jabalina como en el caso de Artemisa. Neith era llamada "la guardiana o protectora" de Sais, su ciudad original en el Delta, y como Atenea no sólo tenía un carácter guerrero sino también relacionado con la Sabiduría (Sau) y la protección del conocimiento.

Como vemos la síntesis Qirón-Artemisa y la egipcia Nepthys-Neith, reúnen un conjunto de datos que nos llevan a la esencia del signo de Sagitario, esa violencia justiciera, esa protección de lo más importante y sagrado, y al mismo tiempo la transmisión y preservación del conocimiento.

Así en este Eje que estamos definiendo entre Géminis y Sagitario, es el eje del conocimiento iniciático y su transmisión, el de los procesos de insruccion y "nacimiento" en los templos sagrados del nuevo iniciado u Osiris. Este es un proceso en el que la ofrenda de la inmortalidad no se consigue a menos que se destruya (de aquí las flechas, la violencia) la parte animal, lo perverso, para lo cual se necesita la ayuda fraternal de nuestros hermanos mayores en la evolución. 

Como Eje astronómico real, éste se extiende desde Sirio hasta el Centro de la Vía Láctea, lugar al que apunta directamente Sagitario.

Continuaremos con la otra parte de este Eje, Géminis, en el próximo artículo.

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